Hijo mio, puede que tú no me conozcas pero Yo conozco todo sobre ti. Yo sé cuándo te sientas y cuándo te levantas. Todos tus caminos me son conocidos. Aun todos los cabellos de tu cabeza están contados. Porque tú has sido hecho a mi imagen.
Aunque tu padre y tu madre te dejaran, Con todo, Yo siempre te recogeré. Porque te tomé de los confines de la tierra, y de tierras lejanas te llamé, y te dije: Mi siervo eres tú; te escogí, y no te deseché. No temas, porque Yo Estoy contigo; no desmayes, porque Yo Soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.