“Tened paciencia unos con otros y perdonaos si alguno tiene una queja contra otro. Así como el Señor os perdonó, perdonad también vosotros. Sobre todo revestíos de amor, que es el perfecto lazo de unión”. Colosenses 3:13-14
Hay personas que no nos agradan, a las que se nos hace muy difícil amar. ¿Por qué será? Dios nos ha dejado un mandamiento de amar al prójimo; pero ¿Cómo podremos amar a otros como lo hace Dios?
Dice la palabra en Juan 3:16 “Que de tal manera amó Dios al mundo que dio a su único hijo…” dar un hijo inocente para pagar las faltas de otro es un gran sacrificio, una tremenda prueba de amor. ¿Pero, porque no podemos mostrar ese amor a nuestro prójimo?
El problema está en que solemos amar por las apariencias. Clasificamos las personas según su manera de hablar, su forma de actuar y si eso no nos agrada les descartamos y no llegamos a desarrollar el amor por ellos como deberíamos.
Hablemos de nuestro modelo a seguir: Jesus. A Él no le importan las apariencias, ni como hablamos, ni que vestimos. El mira dentro del corazón, allí encuentra todos los temores, las heridas, las carencias, todas las frustraciones acumuladas, todos esos sueños y anhelos abandonados. Es imposible no sentir misericordia cuando se ve esta realidad y por eso Él nos ama sin reservas, nos tiene paciencia y un alto grado de tolerancia.
Porque al ver dentro del corazón de alguien es imposible que no tengamos piedad, sería muy difícil ignorar y no ofrecer todo el cuidado posible a esa persona e intentar hacerle sentir mejor. Si buscamos más profundo, con un poco de detenimiento, encontraremos motivos para amar más allá de las apariencias.
¿Estás pensando ahora en esa persona que no te agrada mucho? ¿Qué tal si intentas acercarte con una intensión de amor y tolerancia? Muéstrale lo que hay dentro de ti y todo el amor que eres capaz de ofrecer.
DECLARACION: El amor de Cristo fluye en mí y yo lo doy a los demás.
Oración: Señor te pido hoy, que tu Santo Espíritu agudice la visión de mi espíritu para que yo pueda ver en lo profundo de los corazones de las personas que no me agradan porque solo estoy viendo las apariencias. Permite Padre que en lo adelante mi trato con ellos sea diferente y que yo pueda proyectar tu amor con mis actos, te lo pido en el nombre de Jesús. Amen.
-Mildred Natera
