SALMOS 85:10 “El amor y la verdad se encontrarán; se besarán la paz y la justicia.”
«¡Ustedes harían una pareja perfecta!» Hay algo en esa frase que hace que la mayoría de los hombres solteros quieran salir corriendo. ‘Citas a ciegas…’. ‘Arreglos…’. Como quiera que se les llame, sólo significan una cosa: alguien está tratando de tomar tus decisiones amorosas.
Suponemos que a cierta edad en la soltería, ya es suficientemente difícil lidiar con las propias expectativas de una relación, y, si a eso se le añaden las expectativas de un casamentero amistoso, la carga se vuelve más pesada.
Habiendo dicho esto, hablaremos de dos parejas perfectas: la misericordia y la verdad; la justicia y la paz. ¿No se ven maravillosas juntas? Esas parejas funcionan a la perfección porque DIOS las unió.
El Salmo 85 empieza describiendo el problema en que se mete Israel cuando ignora a DIOS, y termina expresando confianza en Su fidelidad. En el versículo 10, la misericordia y la verdad «se encontraron», y la justicia y la paz «se besarán». La imagen es la de una relación íntima: una comparación apropiada porque las cualidades están muy estrechamente relacionadas. Este salmo enseña que a medida que damos el control de nuestras vidas a DIOS y lo obedecemos, Él lidia tierna y generosamente con nosotros. Experimentamos sus atributos y lo apreciamos más. Oímos hablar mucho de las penas y sufrimientos por la desobediencia como una advertencia contra el pecado, pero recordemos que cuando seguimos a DIOS, experimentamos bendiciones y beneficios espirituales.
¿Estás cansado de la soledad (independientemente de tu situación amorosa)? Disfruta las parejas perfectas de la misericordia y la verdad de DIOS, su justicia y su paz. ¡Te llevarás muy bien con las cuatro!
ORACIÓN: Guíame Señor a anhelarte a Tí más que a ninguna otra cosa, y enséñame a ser un buen administrador de las muchas bendiciones que Tú, por amor, me has dado con tanta liberalidad. Ayúdame a prestar atención a Tus enseñanzas, dame discernimiento espiritual para entenderlas y dame la fuerza y el valor para ponerlas en práctica cada día de mi vida. En el nombre de Jesús, amén.
