Cuando nos equivocamos, con o sin intención, podemos hacerles daño a otras personas; uno que puede ser tan grande que se pierda esa relación
Aunque el perdón alivia las tensiones y puede ayudar a restaurar la rota relación, es muy probable que queden cicatrices en el corazón de las personas a quienes le hayamos fallado.
Pero, hay uno a quien no importando lo que pudimos haber hecho, tiene el poder para restaurarnos y perdonarnos sin acordarse del pasado.
En Cristo Jesús recibimos todas las promesas dadas por Dios el Padre para con Su Pueblo.
Es así como en el libro de Lamentaciones, capítulo 3, versos 22 al 23, dice, “Por la misericordia del Señor no hemos sido consumidos; ¡nunca su misericordia se ha agotado!. ¡Grande es su fidelidad, y cada mañana se renueva!” (RVC)
El Dios que te creo, te ama con un amor eterno, y es Él quien por medio de nuestro Señor Jesucristo nos perdona todo, porque, tal y como lo establece el versículo de hoy, “Sus misericordias son renovadas cada mañana”
Es grande el amor de Dios que nos da la oportunidad de seguir adelante a pesar de nuestros errores y fallos.
Dice la Palabra de Dios en Romanos 8:1 que, “no hay condenación para los que están en Cristo Jesús”. Ese es nuestro Señor, uno que no nos condena, sino que nos restaura, ¡Créelo!
Sea lo que sea que este pasando en tu vida, ábrele tu corazón, exprésale cuán arrepentido estas de lo que hayas hecho y recibe de Su misericordia.
Somos limpiados por la Preciosa Sangre de Jesús, la que derramó en la Cruz del Calvario par que tuviéramos redención y vida eterna.
Así que deja que sea Él quien te limpie con su gran misericordia, así como también tu vas a ser misericorde con los demás. Porque si Dios te perdonó todo, tú también tienes la capacidad para perdonarle todo a los demás, Él te dará la fortaleza para hacerlo.
Oremos, ”Amado Padre, gracias por ser un Dios grande en misericordia y en perdón. No hay palabras para agradecerte por no tener en cuenta mis faltas, por amarme de esta manera, te pido que me ayudes a extender esa misericordia sobre los que me han herido, lo pido en el Nombre de Jesús. Amén”.
Versículo “Por la misericordia del Señor no hemos sido consumidos; ¡nunca su misericordia se ha agotado!. ¡Grande es su fidelidad, y cada mañana se renueva!” Lamentaciones 3:22-23 (RVC)
Buen Dia
Juan C Quintero
BuenDiaTodosLosDias.com