Algo muy importante puede ocurrir cuando conocemos a alguien.
Un encuentro con la persona correcta puede significar conseguir el trabajo anhelado; encontrar ayuda para una situación difícil; o tal vez la respuesta a una necesidad apremiante.
Cuando nuestra vida está en Cristo podremos esperar que Él nos conecte con las personas correctas para cumplir Sus propósitos.
Es asombroso cómo podemos estar en una situación de necesidad y recibir el favor de Dios cuando Él envía a alguien que se convierte en “Sus manos y Sus pies” para darnos fortaleza y afirmar nuestra fe.
Esa persona, que recién conozcas, puede darte la palabra amable y alentadora que necesitas, o tal vez te proporcione una idea que te anime o te dé la instrucción para hacer lo correcto.
Por todos estos “contactos divinos” demos gracias a Dios.
Pero es importante que la bendición sea de doble vía, es decir, que independientemente de la conexión relacional que se logre, es importante preguntarle al Señor sobre la manera en la que se puede también ser alguien de bendición para otras personas; porque puede ser que tú tengas la respuesta para sus necesidades.
Te aseguro esto “lo que tu tienes es la respuesta para alguien que no lo tiene”. Somos seres interdependientes, nos necesitamos unos a otros; porque así nos creó Dios.
La Biblia en la carta a los Filipenses, capítulo 2, versos 3 al 4, dice así, “No hagan nada por egoísmo o vanidad; más bien, con humildad consideren a los demás como superiores a ustedes mismos. Cada uno debe velar no solo por sus propios intereses, sino también por los intereses de los demás”. (NVI)
Espera con paciencia y fe el tener un encuentro gestado por Dios, en el que recibas la solución esperada, la respuesta necesitada o la puerta que debería abrirse… te insisto “espera con fe”.
Nunca se sabe cómo la semilla de una palabra amable, un oído atento, una idea práctica o una oración alentadora germinará y crecerá en alguien que espera encontrar respuestas.
Las citas divinas, aquellas que sólo Dios permite, están escritas en la agenda del Señor, y tienen el poder para transformar vidas y situaciones.; son mucho más grandes que su agenda personal, por tanto, comience a ver cada encuentro como milagros permanentes que te llevaran a concluir y a declarar con tu boca “que Dios es intencional contigo y que Él busca tu bienestar”
“Mira a toda persona que llega a tu vida como una oportunidad para que puedan ser servidos por ti con tus talentos y capacidades”
Oremos “Amado Señor, hoy te doy gracias por hacerme como soy y por darme capacidades que pueden ayudar a los demás, permíteme servirles a otros en este día; pero te doy gracias también por aquellas personas que colocas en mi camino para bendecirme, sé que llegaran por tu favor, amor e infinita misericordia, lo creo y declaro en el Nombre de Jesús, Amén”
Versículo “No hagan nada por egoísmo o vanidad; más bien, con humildad consideren a los demás como superiores a ustedes mismos. Cada uno debe velar no solo por sus propios intereses, sino también por los intereses de los demás”. Filipenses 2:3-4 (NVI)
Buen Dia
Juan C Quintero
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