
Has trabajado diligentemente en un proyecto que consideras importante; has dedicado muchas horas y esfuerzo, solo para ver cómo un error inesperado o algo fuera de tu control lo echa todo a perder. O tal vez has estado enfrentando una enfermedad que interrumpió por completo tus planes de vida.
En esos momentos, es fácil sentir que todo es un despropósito, que el caos y la frustración tienen la última palabra. Y quizás te has preguntado: “¿Por qué a mí? ¿Qué sentido tiene todo esto que me está pasando?”
Lo que te puede llevar a tener la sensación de estar a la deriva, de que tus esfuerzos no valen la pena y que la vida es simplemente una serie de eventos que no llevan a ningún lugar; y, por lo tanto, has perdido la esperanza y tu fe se ha debilitado.
Si este es tu caso, el mensaje de hoy es para dejarte saber con certeza de que el dolor que sientes no es el fin de todo, aunque no es una promesa de que no vas a pasar por momentos de dolor o frustración.
Debes saber que Dios, en Su soberanía y amor infinito, tiene la capacidad de tomar todo lo que está roto de nuestra vida y unir las piezas para llevarlas a un buen final.
En la Biblia, en la carta a los Romanos, capítulo 8, verso 28 dice así, “Y sabemos que Dios hace que todas las cosas cooperen para el bien de quienes lo aman y son llamados según el propósito que él tiene para ellos” (NTV)
Dios es el Alfarero maestro de maestros, que usa nuestro quebranto, el dolor, el fracaso y las pruebas para convertirlos en momentos de testimonio, donde la alegría, el éxito y el buen final estarán unidos a Su propósito eterno.
Es también importante que sepas que el “bien” del que habla el versículo no significa comodidad o facilidad, sino que es fuerza, sabiduría, resiliencia que tienen el poder de formar el carácter de Cristo en nuestro interior.
¡Nunca dudes que tu vida tiene un propósito contigo! Y que, aunque a veces llegue el caos, vas a confiar en que Dios tiene un plan que es mayor y bueno para darte un futuro y una nueva esperanza.
Oremos: “Amado Señor, gracias por darme la certeza de que mi vida no está a merced del caos. Aunque no entiendo lo que está pasando, decido creer que estás obrando para mi bien y para el cumplimiento de Tu propósito en mí. Dame la sabiduría, la paciencia y la fe para ver que Tú estás obrando en medio de estas pruebas; esto lo oro en el Nombre de Jesús. Amén”.
Versículo: “Y sabemos que Dios hace que todas las cosas cooperen para el bien de quienes lo aman y son llamados según el propósito que él tiene para ellos” Romanos 8:28 (NTV)
Buen Día
Juan C Quintero
Buendiatodoslosdias.com
