Hoy en día es fácil encontrar una dirección puesto que casi todos los teléfonos móviles modernos cuentan con un sistema de posicionamiento conocido como GPS. Le escribimos el lugar de destino y el lugar en el que nos encontramos y nos muestra la ruta a seguir en un mapa.
Recuerdo que hace unos años esto mismo había que hacerlo sobre un mapa de papel que extendíamos para identificar la “mejor ruta” a seguir.
En la vida, en nuestras decisiones a tomar también requerimos saber escoger una ruta… la ruta adecuada.
Puede ser que te encuentres en una situación en la que no sabes “qué hacer”, o “qué camino tomar”, o tal vez “no sabes qué pedir” pues necesitas “vaciar” tu corazón y pedirle ayuda de Dios; pero al hacerlo no tienes las palabras correctas ni sabes cómo expresar tus profundos anhelos.
Si este es tu caso, te tengo una gran noticia… ¡aun así el Señor tiene para nosotros respuesta!; en Romanos 8, el apóstol Pablo afirma que el Espíritu Santo nos ayuda e intercede por nosotros, tomando nuestros “gemidos” y de manera que no se puede expresar se los presenta al Padre: «No sabemos qué pedir, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros» (verso 26).
El Espíritu Santo mora en ti y te conoce íntimamente, además dice la escritura que Él ora siempre conforme a la voluntad del Padre, y a su vez el Padre conoce la mente del Espíritu.
Cobra ánimo, ora, busca del Señor sabiendo que Él nos oye cuando oramos y conoce nuestras necesidades más profundas. Sigue la “ruta” que Él te muestre, de seguro será de bendición para ti.
Oremos “Señor, reconozco que a veces no sé qué pedir, ni qué camino tomar, por eso vengo a ti, a pedirte que me ayudes, sé que lo que me muestres será lo mejor para mí, dejó mis necesidades en tus manos, lo pido en el nombre de Jesús, Amén”
Versículo: “Así mismo, en nuestra debilidad el Espíritu acude a ayudarnos. No sabemos qué pedir, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras”. Romanos 8:26 (NVI)
Buen Dia.
Juan C Quintero
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