
Al tomar decisiones o hacer planes es necesario meditar en ellos con calma, especialmente aquellos que implican cambios profundos en la vida, tales como el matrimonio, la apertura de un negocio, el inicio de una sociedad, etc.
La mayoría de nuestras decisiones requieren inversiones de esfuerzo, de dinero y de tiempo.
Reflexiona sobre esto: “Decisiones apresuradas, llevan a fallos inesperados. Decisiones emocionales llevan a sufrir decepciones”.
¿Cómo tener la certeza de que vamos a salir bien?, la respuesta es aplicar la sabiduría.
Acércate a Dios, consulta tus planes y proyectos con Él.
Recibirás la guía, la paz y la revelación que el Señor tenga al respecto, y luego, trabaja duro, esfuérzate y no te rindas, porque si Dios lo bendijo, así hará.
La realidad en la vida de los seres humanos es esta “podemos hacer todos los planes que queramos, pero sólo se hará realidad lo que el Señor decida”.
Pues al final sólo prevalece la voluntad del Señor. El hombre propone, pero Dios dispone.
Oremos: “Señor Tu Palabra es bendición para mi vida. Los planes, proyectos y decisiones que debo tomar las coloco en tus manos; te pido me des sabiduría para escoger solo aquello que esté acorde con Tu voluntad, lo pido en el nombre de Jesús, Amén”
Versículo: “El ser humano concibe proyectos, lo que prevalece es la decisión del Señor”. Proverbios 19:21 (BLPH)
Buen Día
Juan C Quintero
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