
Creo que muchos han tenido una oportunidad frente a ellos, ya sea la de iniciar un nuevo negocio, hablar de su fe a un compañero o asumir un rol de liderazgo, pero algo les ha ocurrido en el momento de decidir que el miedo los paraliza.
Ese miedo es como una voz en la cabeza que hace una lista de todas las razones por las que puedes fracasar, que dice cosas como: “no tienes la experiencia para hacerlo; no eres lo suficientemente inteligente, ¿y… qué pensarán los demás?”
Este miedo es un gigante que se levanta para intentar robarte el futuro que Dios ha planeado para ti. Por lo que te sientes tentado(a) a retroceder, a conformarte con la seguridad que da lo vivir en comodidad con lo que es conocido, y te pierdes de la oportunidad de experimentar la grandeza que Dios puede mostrarte en lo que para ti es desconocido.
En la Biblia, en el libro de Josué, capítulo 1, verso 9, dice así: “¿Acaso no te lo he ordenado? ¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes! Porque el Señor tu Dios está contigo dondequiera que vayas.” – (NTV)
Esta no fue una sugerencia dada a Josué, sino que fue una orden.
Dios sabía que para heredar la promesa Josué iba a necesitar fuerza y valor sobrenatural, y esa valentía no vendría de sus capacidades, sino del poder de Dios.
Debes saber que el miedo y el desánimo son los más grandes ladrones de nuestro potencial y del plan divino para nuestra vida.
Pero Dios te da dos armas poderosas: Su mandamiento de ser valiente y la promesa de Su presencia.
Porque Dios no te ordenará nunca que hagas algo sin equiparte para eso.
Pero ser valiente no significa que no sientas miedo, sino que, a pesar del miedo, decides avanzar porque sabes que el Todopoderoso está marchando a tu lado.
Y dondequiera que vayas, puedes contar con Su guía y con la sabiduría que te da para decidir correctamente sin dejarte vencer por los temores que el enemigo quiere sembrar en tu vida.
Te motivo para que identifiques el área de tu vida donde el miedo te está deteniendo, ponlo en las manos de Dios y así podrás dar un paso de fe audaz y avanzar, sea lo que sea, puede ser algo pequeño, como enviar un correo o hacer una llamada, pero lo haces porque sabes que Dios te da la fuerza y te invita a ser valiente y esforzado(a) para no rendirte.
Oremos: “Amado Señor, confieso que el miedo y el desánimo me han paralizado. Pero hoy le digo “sí” a Tu orden: ¡Seré fuerte y valiente! Recibo tu promesa de que estás conmigo adondequiera que yo vaya. Te pido que me des la audacia para avanzar y la fe para ver cómo produces una gran victoria en mi vida, lo oro en el Nombre de Jesús, Amén”.
Versículo: “¿Acaso no te lo he ordenado? ¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes! Porque el Señor tu Dios está contigo dondequiera que vayas.” – Josué 1:9 (NTV)
Buen Día
Juan C Quintero
Buendiatodoslosdias.com
