Uno de los procesos naturales más fascinante es el que tiene lugar cuando una oruga se transforma en mariposa.
En el momento adecuado, una oruga dejará de ser lo que era, se colgará boca abajo de una rama o de una hoja y se convertirá en un capullo sedoso; pero dentro de esta funda protectora, una oruga se transformará de manera radical y finalmente sale del capullo como una hermosa mariposa.
Una transformación similar ocurre en la vida de los cristianos. Pablo lo dice en la segunda carta a los Corintios, capitulo 5, verso 17, “De modo que, si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.” (RVR60)
Al igual que una mariposa fue una vez una oruga, cada Cristiano que le entregado sinceramente su vida a Jesús no es ahora quien solía ser. En ese momento, se ha convertido en una nueva creación.
La oruga que una vez estuvo presa bajo el caparazón del capullo, al convertirse en mariposa ahora es libre, puede volar. Así también, los cristianos que una vez estuvieron bajo el poder del pecado, en Cristo son libres.
Hoy te motivo para que medites en esta verdad poderosa, en Cristo eres una persona totalmente libre.
Libre del poder del pecado, de la influencia del diablo, eres libre para adorar, para crecer en tu conocimiento de Jesús; eres libre de la influencia del mundo y de su cultura llena de perversión, en Cristo Jesús tienes el poder para ver la vida con propósito, para amar de verdad, para compartir esta bendición de verdadera libertad con los demás.
Démosle la Gloria al Señor, porque Él se especializa en tomar lo sucio, desordenado y feo de nuestras vidas y convertirlos en algo hermoso y útil.
Cuando leemos al profeta Isaías, en los primeros versículos del capítulo 61 de su libro, se nos recuerda que Jesús vino “…a proclamar buenas noticias a los afligidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a anunciar libertad a los cautivos, y liberación a los prisioneros; a proclamar el año de la buena voluntad del Señor… a consolar a todos los que están tristes; a alegrar a los afligidos de Sión; a ponerles una corona en lugar de ceniza, perfume de gozo en lugar de tristeza, un manto de alegría en lugar de un espíritu angustiado…”.
Es decir que somos transformados para ser hombres y mujeres a la imagen de Jesús, ¡Qué gran privilegio!
Oremos “Amado Padre celestial, me entrego a ti, de todo corazón. Anhelo ser transformado por tu poder, para ser mas como tu y menos como yo. Renuncio a lo que el mundo con sus tentaciones me ofrece. Quiero vivir para hacer tu voluntad. Te pido que cambies mi forma de ser, que me llenes de Tu verdadera libertad, lo pido en el Nombre de Jesús, Amén”
Versículo “De modo que, si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”. 2 Corintios 5:17 (RVR60)
Buen Dia
Juan C Quintero
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