Somo hijos de Dios
“Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.” Romanos 8:14
Es muy conocida la historia del hombre que compró un pasaje para trasladarse de Europa hacia América e hizo de la bodega del barco su camarote. Durante casi todo el viaje durmió en el suelo y padeció hambre, pensando que su pasaje no lo incluía.
Pocas horas antes de arribar a destino, se acercó el capitán al hombre y le dijo: – “¿Que hace usted allí? Muéstreme su pasaje” – El hombre con temor le entregó el boleto. Entonces, el capitán le dijo: – “¡No se qué hace durmiendo en este lugar! ¡Su pasaje incluye un cómodo camarote, además de disfrutar de los ricos alimentos y las mejores bebidas!” –
Muchos cristianos son como el hombre del barco: Viajan por la vida en segunda clase cuando tienen todo el derecho para vivir en la primera. Si somos hijos de Dios, podemos experimentar la guía precisa y efectiva del Señor. Esa guía viene gracias al Gran Consolador: ¡El Espíritu Santo!
Dejemos de vivir en segunda clase, pues hemos sido diseñados por Dios para vivir en primera clase guiados por El y a hacer su voluntad.
ORACION: Señor, sólo tú guía me puede ayudar a disfrutar de lo mejor de la vida. Estoy cansado de dejarme guiar por mis propios sentidos y emociones. Espíritu Santo, guíame por el sendero de la primera categoría espiritual. Te lo pido en el Nombre de nuestro Señor Jesucristo, amén.