Ser llenos del Espíritu es una experiencia personal,
pero a la vez transforma nuestras relaciones interpersonales.
Dios ordena: “someteos unos a otros”, e inmediatamente,
habla de la relación entre esposo y esposa.
Someterse unos a otros, es resultado de
una vida llena del Espíritu Santo.
Someteos unos a otros en el temor de Dios.
Las casadas estén sujetas a sus propios maridos,
como al Señor…Maridos, amad a vuestras mujeres,
así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó
a sí mismo por ella.
Efesios 5:21, 22 y 25