Solo Cristo ofrece la verdadera paz
Justificados, pues, por la fe,
tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo.
Romanos 5:1.
Todos nosotros nos descarriamos como ovejas,
cada cual se apartó por su camino;
mas el Señor cargó en él el pecado de todos nosotros.
Isaías 53:6.
«Éramos catorce hermanos y tuvimos el privilegio de ser criados en una familia cristiana. Íbamos regularmente al culto. Pero al crecer, el deporte llegó a ser mi pasión, como en muchos jóvenes, y ya no me tomaba el tiempo de pensar en lo demás. Vivía para el rugby y para mis compañeros. Mi familia y Dios sólo ocupaban el tercer y cuarto lugar. Algunos de mis amigos se reunieron con un grupo de jóvenes cristianos. En esa época yo hacía todo lo que quería creyendo que eso era la felicidad. Pero me vi obligado a reconocer que esos muchachos poseían un real gozo de vivir y una paz que yo desconocía. Una de mis profesoras, que era cristiana, me urgió a pedirle perdón a Dios y confiar mi vida a Jesucristo. Lo hice en 1986.
A partir de ese momento el rugby vino a ser una plataforma para compartir mi fe con los demás. No siempre es fácil. Muchas personas no dicen nada si usted afirma que es budista o adepto a la Nueva Era, pero si usted les dice que es cristiano, lo rechazan. Aliento a cada uno a dejar sus prejuicios, a leer la Biblia para ser enseñado respecto a Dios, la vida y la muerte. Pronto terminaré mi carrera en el rugby, y mi vida en la tierra también se acabará algún día. Pero estoy en paz con Dios, en paz para el porvenir y en paz para cada momento de mi vida».
Fuente: www.amen-amen.net