La luna de miel en el Antiguo Testamento duraba un año completo.
Leemos en el libro de Deuteronomio:
Cuando un hombre es recién casado, no saldrá con el ejército, ni se le impondrá ningún deber; quedará libre en su casa por un año para hacer feliz a la mujer que ha tomado.
Deuteronomio 24:5