“No hurtarás” Éxodo 20:15
Una vez, por motivo de trabajo, salimos un grupo a realizar unas actividades fuera de la ciudad. A cada uno se nos dio una cantidad de dinero para cubrir nuestros gastos de transporte y almuerzos. Al terminar la jornada debíamos traer los recibos que demostraran el consumo del dinero que nos había sido entregado. Yo conociendo el principio de “no robarás” aproveche la oportunidad para actuar de manera correcta.
Hice mis cálculos exactamente como fueron y entregué a la encargada todos los recibos más el dinero sobrante. No voy a olvidar su mirada de asombro. De todas las personas que fueron solo yo le devolví dinero. Le dije: –Debo procurar dar testimonio de Cristo en todo. Decir que consumí todo el dinero y quedarme con el sobrante sería mentir y además robar. Tal vez tú no te darías cuenta; pero Dios sí.
Es de creencia masiva que robar solo se limita al simple hecho de tomar dinero o un artículo que tiene dueño. Sin embargo, este pequeño pero tremendo mandamiento cubre un rango más amplio de lo que imaginamos.
Con frecuencia cometemos actos que corresponden a faltas de este mandamiento; pero ni siquiera nos percatamos porque no hemos profundizado en nuestras acciones y seguimos las corrientes del mundo.
Hacemos cosas porque todo el mundo las hace y por tal motivo creemos que están correctas; pero mucha atención querido amigo y amiga, ante los ojos de Dios, todas las faltas a sus preceptos son pecados.
¿Se lleva usted algún material gastable de su oficina para que su hijo haga tareas? ¿Tiene el servicio de energía eléctrica o el servicio de cable indebidamente conectado de manera que no le cobren o no le cobren lo correcto? ¿Ha comprado usted a bajo precio algún artículo que sabe es de procedencia dudosa? ¿Ha ido a recibir asistencia médica con el carné de otra persona?
No busco culparle si usted ha cometido alguna de estas faltas; lo que quiero es alentarle a ser más crítico y estar más atento a sus acciones. Usted no puede llamarse hijo de luz si está haciendo las cosas que hacen los hijos de la oscuridad. No se deje engañar y peor aún, no se engañe usted mismo. Jesus dijo a los judíos: “–Si os mantenéis fieles a mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres” (Jn 8:32), para ser verdaderos discípulos de Cristo debemos ser fieles al cumplimiento de la Palabra y esto nos ayudara a romper cualquier cadena que nos tenga atados al pecado.
Debemos evitar todo acto deshonesto que estemos cometiendo, estemos atentos y dispuestos para pedir perdón si hemos faltado a este mandamiento.
DECLARACION: NO ROBARÉ
Oración: Espíritu Santo de Dios, te pido que vengas sobre mí trayendo convicción de pecado y trayendo memoria de todo acto ilícito que he cometido y que se considera hurto. Ayúdame a limpiarme más y a dar testimonio de ti en todo, por Cristo Jesús. Amen.