En algún momento de nuestra vida todos hemos llegado al punto en que tenemos que reconocer que no podemos responder a muchas preguntas de la vida.
Como seres humanos nos gusta pensar que no hay un problema que no podamos resolver, pero la verdad es que tenemos capacidad limitada para resolver algunas preguntas o tener respuestas por cosas que nos pueden estar ocurriendo en la vida.
En realidad, ninguna clase de teología en el mundo pueden hacer lo que hace el Espíritu Santo.
En la Biblia en la primera carta a los Corintios, capítulo 2, versos 9 al 10, dice así, “Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre, Son las que Dios ha preparado para los que le aman. Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. (RVR60).
Dios, a través del Espíritu Santo, se revela a nosotros y nos da sabiduría. Y una vez que lo hace, comenzamos a ver Su grandeza en toda la creación.
Él hizo el universo y todo lo que existe, por lo tanto, solo Él puede traernos revelación de Su creación.
Ahora, si esto es claro para ti, entonces, ¿por qué querrías acudir a alguien más en busca de sabiduría y comprensión?
Cuando vislumbramos cuán verdaderamente asombroso es Dios nuestras vidas cambian para siempre; esto significa también que nos damos cuenta de que Dios es perfecto y nosotros no lo somos, que nuestra capacidad para evaluar y para entender las cosas tiene un límite, pero que para Dios no.
Así que hoy te invito para que reconozcas que Dios es soberano, totalmente sabio, que ante Su Majestad nos tenemos que humillar y empezar a aprender de Él, este es el principio para recibir revelación y sabiduría.
Oremos “Amado Padre, hoy vengo ante Ti para reconocer que no sé todo lo que necesito saber para vivir plenamente y para resolver los conflictos de la vida. Reconozco también que solo Tu lo sabes todo, y que solo en Ti puedo confiar plenamente. Te pido que me traigas revelación de aquello que necesito saber en este tiempo, lo pido en el Nombre de Jesús. Amén”.
Versículo “Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre, Son las que Dios ha preparado para los que le aman. Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios” . 1 Corintios 2:9-10 (RVR60).
Buen Dia
Juan C Quintero
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