Reflexiones – La Generacion Espontanea
Dios nos ha dado vida eterna;
y esta vida está en su Hijo.
El que tiene al Hijo, tiene la vida;
el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.
1 Juan 5:11-12.
El espíritu de Dios me hizo,
y el soplo del Omnipotente me dio vida.
Job 33:4.
Hasta los descubrimientos de [Louis] Pasteur (1822-1895), la creencia general era que unos seres llegaban a la vida espontáneamente en ambientes adecuados para ello: ¡la harina engendraría gorgojos y los viejos trapos darían nacimiento a ratones! Pasteur combatió con fuerza la idea de generación espontánea y demostró que la vida sólo viene de la vida.
En el campo espiritual tampoco hay generación espontánea: la vida sólo puede provenir de la vida. Como el hombre sin Dios no tiene la vida divina en sí mismo, necesita a alguien que se la comunique. El único que puede hacerlo es el Señor Jesús. Él declaró: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí” (Juan 14:6).
¿Cómo se recibe esta vida? “Por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre” (1 Pedro 1:23). Dicho de otro modo, la persona que lee la Biblia, por ejemplo las declaraciones: “Dios… manda a todos los hombres… que se arrepientan”, “Cree en el Señor Jesús y serás salvo” (Hechos 17:30 y 16:31) y se somete a su autoridad divina recibe esa vida eterna; no sólo una existencia que dura para siempre, sino una vida de naturaleza y de origen celestial, que pertenece a otra creación. El Espíritu Santo viene a habitar en esta persona y amolda sus pensamientos a los de Dios.
Estimado lector, ¿posee usted esta vida?