Reflexiones – El Big Bang
En el principio creó Dios los cielos y la tierra.
Génesis 1:1.
Dios… nos ha hablado por el Hijo (Jesucristo)…
por quien asimismo hizo el universo.
Hebreos 1:1-2.
¿De dónde viene el universo? ¿Cómo fue formado? ¿Qué había antes? ¿Por qué, de la escala cósmica a la de las partículas elementales, hay un orden más bien que el desorden? En todo tiempo y en todas las civilizaciones el hombre se ha preguntado esto. La teoría científica llamada «teoría del Big Bang» dice, en resumen, que el universo se formó en un instante dado a partir de un punto singular de densidad y presión infinitas y de temperatura muy elevada. Se dice que desde este instante cero el universo está en expansión y se enfría.
Si preguntamos a los defensores de esta teoría qué había antes del Big Bang, responden que esta pregunta no tiene sentido, ya que el tiempo y el espacio sólo empezaron en aquel momento.
El creyente, tanto el más humilde como el más sabio, halla en la Biblia respuestas ciertas a esas preguntas fundamentales: “Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía” (Hebreos 11:3).
Pero el cristiano también sabe que si Dios creó la Tierra, creó también a los hombres para manifestar en ellos su amor. Deseaba rodearse de una familia constituida por todos aquellos que ponen su confianza en Jesucristo. Ahora Él les prepara un porvenir de felicidad, en “cielos nuevos y tierra nueva” (2 Pedro 3:13). ¿Quisiera usted sentir esta seguridad? Entonces, lea la Biblia.