Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.
Romanos 8:1
Reflexión
Cuando estamos unidos a Cristo Jesús el principio de nuestro caminar ya no debe ser la carne sino según el espíritu, andar según nuestra nueva naturaleza, en gracia y no en corrupción.
Antes del sacrificio de Jesús en la cruz estábamos bajo la ley y esta no nos hacía libres de la condenación eterna. pero ahora, estando unidos a Cristo ya no hay condenación, sino que somos libres. Esto es una vez que hemos elegido morir y pasar a la nueva manera de vivir de Cristo viviendo en obediencia ya que no podemos caer nuevamente en la desobediencia y la antigua vida de pecado que llevábamos. Y siendo así ya no podemos ser nuevamente condenados a muerte pues Cristo nos libró de esa condena pagándola el mismo. Somos salvos por El y en El.
Oración
Gracias Jesús por que me salvaste de condenación y de muerte eterna a través de tu sacrificio en la cruz. Amén
Por: Liecel Franco
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