Púlpito Evangélico Consecuencias de la desobediencia

- Advertisement -

Consecuencias de la desobediencia

Pastor, Jorge L. Cintrón Calzada

 

Mensaje para ser predicado en el Pabellón de Oración de la Primera Iglesia Bautista de Cayey, Puerto Rico el 18 de agosto de 2024, 7:30pm

 

Texto Bíblico: 1 Reyes 11:1-4

 

Pero el rey Salomón amó, además de la hija de Faraón, a muchas mujeres extranjeras; a las de Moab, a las de Amón, a las de Edom, a las de Sidón, y a las heteas; gentes de las cuales Jehová había dicho a los hijos de Israel: No os llegaréis a ellas, ni ellas se llegarán a vosotros; porque ciertamente harán inclinar vuestros corazones tras sus dioses. A éstas, pues, se juntó Salomón con amor. Y tuvo setecientas mujeres reinas y trescientas concubinas; y sus mujeres desviaron su corazón. Y cuando Salomón era ya viejo, sus mujeres inclinaron su corazón tras dioses ajenos, y su corazón no era perfecto con Jehová su Dios, como el corazón de su padre David”.

.

La vida del Rey Salomón, tercer (3) rey de Israel, trae a la memoria de las personas dos recuerdos: 1) su sabiduría, y 2) la construcción del templo de Jerusalén. La sabiduría de Salomón se ha convertido en algo proverbial. A una persona con unas grandes capacidades intelectuales se le puede reconocer diciendo: es tan sabio como Salomón o es más sabio que Salomón.

 

Esa sabiduría queda dramatizada en la historia dos mujeres prostitutas fueron a ver al rey. (1 Reyes 3:16-28 )

 

Una de ellas le dijo: “Rey, nosotras dos vivimos en la misma casa. Yo tuve un hijo, y tres días después, también esta mujer tuvo el suyo. Sólo nosotras dos estábamos en la casa. Una noche, el bebé de esta mujer murió porque ella lo aplastó mientras dormía. A medianoche se despertó, y al ver que su hijo estaba muerto, lo cambió por el mío. A la mañana, cuando desperté, y quise darle leche a mi hijo, me di cuenta de que el bebé estaba muerto, pero cuando ya hubo más luz en la habitación, descubrí que no era mi hijo.”

 

-La otra mujer dijo: “No, el niño que vive es mi hijo. El que está muerto es el tuyo.

-La mujer que había hablado primero le contestó: “No, el niño muerto es tu hijo. ¡El mío es el que está vivo!”

 

Y así estuvieron discutiendo delante del rey.

 

-Entonces Salomón dijo: “Una de ustedes dice: Mi hijo está vivo, y el tuyo muerto. Y la otra contesta: No, el niño muerto es el tuyo, y el mío es el que está vivo”.

-Salomón se dirigió a sus ayudantes y les pidió que trajeran una espada. Cuando se la llevaron, Salomón ordenó: “Corten al niño vivo en dos mitades, y denle una mitad a cada mujer.”

-Entonces la verdadera madre, llena de angustia, gritó: “¡Por favor, Su Majestad! ¡No maten al niño! Prefiero que se lo den a la otra mujer.”

-Pero la otra mujer dijo:¡Ni para ti ni para mí! ¡Que lo partan en dos!”

-Entonces el rey ordenó: “No maten al niño. Entréguenlo a la que no quiere que lo maten. Ella es su verdadera madre.”

 

El templo de Jerusalén fue una obra majestuosa. Al finalizar de trasladar el arca al templo el relato bíblico señala que: “cuando los sacerdotes salieron del santuario, la nube llenó la casa de Jehová. Y los sacerdotes no pudieron permanecer para ministrar por causa de la nube; porque la gloria de Jehová había llenado la casa de Jehová.” (1 Reyes 8:10,11)

 

Ese templo lo construyó Salomón para el año 957 AC y permaneció hasta poco más del año 587 AC en ocasión de la segunda deportación a Babilonia cuando fue destruido y arrasado por Nabucodonosor. Un segundo templo fue construido bajo la dirección de Zorobabel para el año 516. Y Herodes el Grande comenzó una obra de embellecimiento de este en el año 19 AC que en su parte principal duró nueve (9) años. Se finalizó totalmente en el año 62 DC. Algunos lo conceptúan como el tercer templo. Fue destruido en el año 70 DC por los ejércitos romanos bajo la dirección de Tito.

 

Allí se encuentra actualmente la “mezquita musulmana de Omar” o la “Cúpula de la Roca”

 

Se espera que en algún momento de la historia se construya en ese lugar nuevamente el nuevo templo de Jerusalén.

 

David al nombrar a Salomón su sucesor le aconsejo: Y tú, Salomón, hijo mío, reconoce al Dios de tu padre, y sírvele con corazón perfecto y con ánimo voluntario; porque Jehová escudriña los corazones de todos, y entiende todo intento de los pensamientos.” (1 Crónicas 28:9)

 

Dios se le apareció en dos (2) ocasiones a Salomón

 

Al principio de su reinado cuando aún no se había comenzado a construir el templo. Se le apareció en Gabaón que era el lugar donde Salomón ofrecía sacrificios a Jehová

 

-Dios le dijo: “Pídeme lo que quieras; yo te lo daré.

-Salomón contestó: “Dame sabiduría, para que

pueda saber lo que está bien y lo que está mal. Sin tu ayuda yo no podría gobernar.”

 

A Dios le gustó que Salomón le pidiera esto, y le dijo: “Como me pediste sabiduría para saber lo que es bueno, en lugar de pedirme una vida larga, riquezas, o la muerte de tus enemigos, voy a darte sabiduría e inteligencia. Serás más sabio que todos los que han vivido antes o vivan después de ti. Pero además te daré riquezas y mucha fama, aunque no hayas pedido eso. Mientras vivas, no habrá otro rey tan rico ni tan famoso como tú. Y si me obedeces en todo como lo hizo tu padre, vivirás muchos años.” (1 Reyes 3:5-14)

 

Dios se le apareció una segunda vez en esta ocasión en Jerusalén después de la dedicación del templo.

 

Al igual que a su padre David Dios le promete afirmar su trono por siempre. (1 Reyes 9:1-9)

 

Luego de la muerte de Salomón su reino se dividió entre su hijo Roboam y Jeroboam. Jeroboam había sido uno de los colaboradores de Salomón. Había tenido dificultades con él y se había refugiado en Egipto. Jeroboam a la muerte de Salomón le hizo unos reclamos a Roboam de parte de diez (10) de las tribus. Roboam desoyó los mismos. Las diez (10) tribus nombraron rey a Jeroboam. Así surgieron Israel del Norte e Israel del Sur o Judá

 

La pregunta es por qué esta ruptura.

 

La respuesta es fácil: a consecuencia del pecado de Salomón

 

Salomón no siguió el consejo de su padre David: Salomón, hijo mío, reconoce al Dios de tu padre, y sírvele con corazón perfecto y con ánimo voluntario; porque Jehová escudriña los corazones de todos, y entiende todo intento de los pensamientos.” (1 Crónicas 28:9)

 

Salomón no siguió las condiciones que Dios le dio la segunda vez que se le apareció; “Y si tú anduvieres delante de mí como anduvo David tu padre, en integridad de corazón y en equidad, haciendo todas las cosas que yo te he mandado, y guardando mis estatutos y mis decretos, yo afirmaré el trono de tu reino sobre Israel para siempre.” (1 Reyes 9:4,5)

 

Al final casi de la vida Salomón el escritor del libro de 1 Reyes señala “Y se enojó Jehová contra Salomón, por cuanto su corazón se había apartado de Jehová Dios de Israel, que se le había aparecido dos veces, y le había mandado acerca de esto, que no siguiese a dioses ajenos; mas él no guardó lo que le mandó Jehová. Y dijo Jehová a Salomón: Por cuanto ha habido esto en ti, y no has guardado mi pacto y mis estatutos que yo te mandé, romperé de ti el reino, y lo entregaré a tu siervo. Sin embargo, no lo haré en tus días, por amor a David tu padre; lo romperé de la mano de tu hijo.” (1 Reyes 11:9-12)

 

¿Qué fue lo que hizo que Jehová se enojara con Salomón?

 

Al ser viejo Salomón siguió a Astoret, diosa de los sidonios, y a Milcom, ídolo abominable los amonitas Edificó un lugar alto a Quemos, ídolo abominable de Moab y a Moloc ídolo abominable de los hijos de Amón.

 

Salomón a través de su vida tuvo experiencias hermosas con Dios. Dios se le apareció en dos ocasiones. Una para darle sabiduría y otra para darle promesa de que su reino permanecería. Salomón conocía las enseñanzas divinas, y como resultado de todo lo que Dios le reveló… ¡escribió mas de mil cantares y tres mil proverbios! Salomón desde el inicio de su reinado permitió algo en su vida que lo condujo a la situación de enojar a Dios. “Salomón hizo parentesco con Faraón rey de Egipto, pues tomó la hija de Faraón, y la trajo a la ciudad de David, entre tanto que acababa de edificar su casa, y la casa de Jehová, y los muros de Jerusalén alrededor.” (1 Reyes 3:1) Al final del libro de 1 Reyes dice: “Pero el rey Salomón amó, además de la hija de Faraón, a muchas mujeres extranjeras; a las de Moab, a las de Amón, a las de Edom, a las de Sidón, y a las heteas …Y tuvo setecientas mujeres reinas y trescientas concubinas; y sus mujeres desviaron su corazón.” (1 Reyes 11:1,3) Se podría argumentar que Salomón era rey y esa era la costumbre de los reyes en ese tiempo. Hay que entender un concepto espiritual. Dios había prohibido a los hijos de Israel esa conducta. Jehová había establecido que los hijos de Israel no se unieran con mujeres extranjeras.

 

Cuando Dios establece algo es porque si no se sigue eso que Dios ha establecido habrá unas consecuencias. Jehová había dado ese mandato porque ciertamente esas uniones harían inclinar el corazón de Israel tras otros dioses.

 

Hace algún tiempo escribí este pensamiento y lo publiqué a través de las redes sociales.

 

El pecado tiene consecuencias en esta vida y por la eternidad. Hace que Satanás tome control de nuestra vida y que la bendición de Dios no esté con uno. Separa por la eternidad a uno de Dios. No se puede jugar con el pecado. Arrepentimiento y confesión son las formas de tratar con el pecado. Hay que someterse a la gracia divina y confiar en su misericordioso amor.” (Jorge L. Cintrón)

 

Aquellos que han conocido a Jesucristo como su Salvador también tienen que darle lugar en su Corazón a Jesucristo como Señor. La salvación implica no darle lugar al pecado en la vida de uno. No se puede lidiar con el pecado con estrategias humanas. Solamente se puede vencer el pecado sometiéndose a la gracia divina. Esta se logra a través del arrepentimiento, la confesión y experimentando el amor de Dios en el corazón. La desobediencia a los preceptos divinos tiene consecuencias y la única forma de comenzar a lidiar con ella es abriéndole el corazón públicamente como Señor y Salvador.

 

“Esta es la palabra de fe que predicamos: que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. Pues la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado. Porque no hay diferencia entre judío y griego, pues el mismo que es Señor de todos, es rico para con todos los que le invocan; porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.” (Romanos 10:8-13)

Jorge Cintron
Jorge Cintronhttps://www.elversiculodeldia.com
Pastor en Primera Iglesia Bautista de Cayey, Puerto Rico

Libro Recomendado:

Un año con mi amigo fiel y verdadero: Jesús
365 días con la Palabra de Dios.

Un año con mi amigo fiel y verdadero: Jesús

es un libro devocional de lectura fácil que ofrece una lectura diaria de un versículo bíblico, acompañado de una breve reflexión y una oración que te inspirará a conectarte con Dios.

Este devocional diario es perfecto para aquellos que desean cultivar una relación más profunda con Dios a través de la lectura regular de la palabra de Dios y la oración.

Aquí puedes Comentar o Responder a esta Publicación

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here

Ayúdanos a compartir Su Palabra...

Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. Marcos 16:15

WHATSAPP

Recibelo diario.

FACEBOOK

INSTAGRAM

TWITTER

YOUTUBE

PINTEREST

VIMEO

EMAIL (Suscripción)

Recibelo diario.

TELEGRAM

Recibelo diario.

TIKTOK

Recibelo diario.

CREAR POSTAL

Crea hermosa postal
Con tu versiculo favorito!

Dios nunca nos dejara ni desamparara, pero fácilmente nos alejamos de Dios. Recibe versiculos biblicos de la palabras de Dios y acercarte a Él. Te invitamos a unirse a nuestra confraternidad.