Aptos para la tarea
Pastor, Jorge L. Cintrón Calzada
Mensaje para ser predicado en el Pabellón de Oración de la Primera Iglesia Bautista de Cayey, Puerto Rico el 30 de abril de 2023, 10:15am
Texto Bíblico: 2 Timoteo 2:10
“Por tanto, todo lo soporto por amor de los escogidos, para que ellos también obtengan la salvación que es en Cristo Jesús con gloria eterna.”
He señalado anteriormente que el Dr. Luis Ángel Díaz Pabón en la presentación de La Biblia del Pescador escribió: “Sufrimos una escasez crónica y peligrosa de evangelismo. Crónica porque hemos tolerado esta condición por tiempo prolongado. Y peligrosa porque la iglesia que no gana almas está condenada a extinguirse”. También escribió en esa presentación: “Seguir a Jesús supone cumplir una tarea. No cualquier tarea sino la que Él ha dispuesto. La que claramente señala Mateo 4:19 ser “pescadores de hombres”; es decir alcanzar vidas para Cristo”.
El cristiano para debe de estar preparado espiritualmente para cumplir la tarea de alcanzar vidas para Cristo. Todo aquel que anhela tener éxito en la tarea de ganar almas para Cristo, tiene que prepararse.
Dios únicamente escogerá instrumentos limpios a través de los cuales pueda fluir para hacer su obra. Dios no mezcla lo santo con lo profano por eso nunca derrama de su presencia y su unción en un vaso sucio. Cualquiera que aspire a ser usado por Dios en el proceso de ganar almas para Cristo debe ser santo.
La santidad es algo que no sólo se debe anhelar, sino también buscar, únicamente así la presencia de Dios reposará en su vida.
Lo único que le quita autoridad y respaldo de Dios a un creyente es el pecado oculto en su vida.
El nuevo nacimiento tiene el efecto de limpiar al hombre de todo pecado.
Un creyente puede caer en una conducta pecaminosa por diversas razones:
Tentación, caer incidentalmente en una conducta desaprobada por Dios (I Juan 1:5-2:2);
Fortaleza espiritual, conducta no cristiana de pecado que se pretenden continuar después del nuevo nacimiento, (2 Corintios 10:3-6); 3)
Internalización, conducta pecaminosa que se adquirió de generaciones anteriores,
Atadura, pecado que cautiva de forma compulsiva una vida.
Las fortalezas espirituales tienen murallas. Muralla de altivez, no reconocer una conducta como pecado. Muralla de la argumentación, justificar porque se desempeña esa conducta. Después que se destruyen esas murallas es que se puede tratar con las conductas no cristianas que se han estado manteniendo.
La fortaleza espiritual, la internalización, la atadura tienen que ser quebradas por actos de liberación porque si no continuarán produciendo conductas de pecado.
El amor fue la clave del éxito de Cristo y Él lo manifestó desde el mismo momento en que dejó su trono de gloria para hacerse igual a los hombres. Jesús dio muestras palpables del verdadero significado de amar, se olvidó de sí mismo y se puso en el lugar de las personas viviendo con ellas su aflicción o problema e identificándose con ellos. Su prioridad fue suplir la necesidad de quienes a Él se allegaban. La tarea de alcanzar vidas para Cristo tiene que ser realizado con compasión.
Todos los hombres usados por Dios, a través de la historia, le han dado un lugar prioritario en sus vidas a la Palabra de Dios. En ella se encuentra la fuente de sabiduría y crecimiento espiritual. Dios utiliza en el proceso de la tarea de ganar almas para Cristo al que se mantiene en total dependencia de la Palabra. Una de las cosas que más agrada al Señor es que se haga la labor para Él y no para quienes nos rodean. Esa labor se hace como si Él mismo la estuviese haciendo de estar en nuestro lugar, con fuego, empeño y pasión como si de ello dependiera nuestra propia vida. La disposición se refleja en la actitud que tenemos al escuchar la voz de Dios y ser sensibles a su dirección.
La tarea de alcanzar vidas para Cristo hay que realizarla en oración. Hay que ser especialistas en la oración. Es por medio de ella que ganamos las grandes batallas. Todo lo deseado en el mundo terrenal debe ser conquistado primero en el espiritual.
Hay que hacer de la oración el tiempo más especial de cada día. Evitar que sea aburrida, mecánica y monótona; si es así, es una oración tibia que no pasa del techo de nuestra casa, pues no ha tocado nuestro corazón.
Orar es hablar con Dios a través de Jesús. Hablar con Él en forma sencilla. Jesús afirmó según Juan 6:37: “al que a mí viene no le echo fuera.” Hablar confiada y honestamente porque Él está allí para escuchar.
El arma más poderosa dada por Dios a los cristianos es la oración. Hay que usarla con inteligencia, para obtener los resultados esperados.
La oración del profeta Daniel recogida en el capítulo nueve (9) de su libro es un ejemplo bíblico de lo que puede hacer la oración en la vida de un hombre.
Daniel dice: “Y volví mi rostro a Dios el Señor, buscándole en oración y ruego, en ayuno, cilicio y ceniza.” (9:3) Es necesario que la oración sea una que asuma interés personal por las personas por las que se intercede. Hay que asumir interés, mirar la situación de los que uno quiere alcanzar para el Señor. Identificar qué cosas los enceguecen, esclavizan y destruyen.
Daniel oró: “hemos pecado, hemos cometido iniquidad, hemos hecho impíamente, y hemos sido rebeldes, y nos hemos apartado de tus mandamientos y de tus ordenanzas.” (9:5) El confesó el pecado del pueblo como su propio pecado. Hay que confesar al orar los pecados de uno, el de los otros, y el de los gobernantes. Daniel imploró misericordia al orar: “Inclina, oh Dios mío, tu oído, y oye; abre tus ojos, y mira nuestras desolaciones, y la ciudad sobre la cual es invocado tu nombre; porque no elevamos nuestros ruegos ante ti confiados en nuestras justicias, sino en tus muchas misericordias.” (9:18)
Al orar hay que reclamar promesas bíblicas. Pablo instruyó en 2 Corintios 10:4,5: “porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo.” Jesús señaló que el Espíritu Santo, según presenta Juan 16:8; “convencería, cuando él viniera, al mundo de pecado, de justicia y de juicio.”
Hay que estar conscientes al orar de la guerra que existe entre el reino de las tinieblas y el reino de Dios. Daniel tuvo al orar una experiencia hermosa que es presentada en el capítulo diez (10) versículos doce (12), trece (13) de su libro.
Un varón vestido de lino vino a él y le dijo: “Daniel, varón muy amado, está atento a las palabras que te hablaré, y ponte en pie; porque a ti he sido enviado ahora”. Daniel continúa diciendo: “Mientras hablaba esto conmigo, me puse en pie temblando. Entonces me dijo: Daniel, no temas; porque desde el primer día que dispusiste tu corazón a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras; y a causa de tus palabras yo he venido. Mas el príncipe del reino de Persia se me opuso durante veintiún días; pero he aquí Miguel, uno de los principales príncipes, vino para ayudarme, y quedé allí con los reyes de Persia.” (10:12,13)
Hay que tomar parte activa en ella y mucho más cuando uno sabe que tienes la victoria.
El cristiano debe de estar preparado espiritualmente para cumplir la tarea de alcanzar vidas para Cristo. Las marcas que hacen apto a un cristiano para ganar almas para Cristo son: santidad, amor, depender de La Biblia y la oración