Juan 4:50
“Jesús le dijo: Ve, tu hijo vive. Y el hombre creyó la palabra que Jesús le dijo, y se fue.”
Meditemos en esto:
¿Cual es el deseo de Dios?
El deseo de Dios es que creas a sus Palabras, el deseo de Dios es librarte del peligro, es dirigir nuestro caminar y llevarnos a puerto seguro. Pero, ¿si no conocemos su voz? ¿Como seremos librados?, ¿sino sabemos de que manera él nos habla?, ¿como vamos a escucharle?
Si vamos a su Palabra, esa será nuestra guía. Muchas cosas son necesarias en nuestra vida, pero, de todas esas, ¿cual te lleva a escuchar su voz?, ¿cual de esas necesidades te lleva a estar atenta a lo que él quiere hablar a tu vida?
Nuestra necesidad de Dios nos lleva directamente a ese ahnelo de escuchar su voz, sea a través de su Palabra cuando habla a nuestro corazón, sea por medio de un silvo apacible o através de la tempestad y los vientos. Sea cual sea la circunstancia solo debemos prestar atención y escuchar lo que él tenga que decir.
La voz de Dios nos hace estar firmes, la voz de Dios quebranta nuestro ser, la voz de Dios es inigualable y no la debemos ignorar.
Aquel hombre tenía una gran necesidad, y el escuchar aquella Palabra lo llevo a tener fe en aquel que le dijo: “Ve, tu hijo vive”. ¡Que hermoso escuchar su voz, esa voz que nos dice: “hay esperanza”, “yo estoy contigo”, “yo soy la verdad y la vida”!
Así que nuestra necesidad de escuchar su voz nos lleve a que nuestra fe crezca, esperando siempre ser obedientes a su voz.
Dios te Bendiga
Escrito por Vaneliz Vales – para
Mujeres a los pies de Jesús ©️
