La seguridad es una de las grandes necesidades que las personas tenemos. Seguridad física, económica, emocional y espiritual. Jesucristo llevó mis enfermedades en la Cruz del Calvario y el Ángel de Jehová acampa alrededor de mí y me defiende. De Jehová es el oro y la plata. Dios me ha dado la mente de Cristo y la oración para que nada me afane. El Espíritu Santo tiene el control de mi vida espiritual. Yo tengo una “seguridad bien segura” (Jorge L. Cintrón)