No se puede tener éxito en la vida si no se puede responder la pregunta de quién uno es. Responder esa pregunta define el propósito, los valores y metas de la persona. Yo soy un hijo de Dios. Agradarle a Él siempre es mi propósito. Mis valores están definidos por la Palabra de Dios. Una de mis metas es que las personas conozcan a Dios íntimamente. (Jorge L. Cintrón)