Con el correr de los días la gente se envuelve en rutinas que le absorben totalmente su tiempo y su atención.
¿El resultado?, que se sienten solos, aunque sabes que Dios es real, pero ese vacío les surge de la falta de tiempo con Dios.
Es posible que para ellos aplique esto, “saben de Dios, pero no conocen a Dios”
En la Biblia, el Salmo 40, versos 1 al dos, dice así, “Pacientemente esperé al SEÑOR, y él se inclinó a mí y oyó mi clamor. Me hizo subir del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso. Puso mis pies sobre una roca y afirmó mis pasos.” (RVA)
El Salmista David expresa en este salmo la grandeza del poder de Dios, para la ayuda de sus hijos.
Lo primero que expresa es que “esperó pacientemente”
Creo que este elemento es fundamental y que está ausente en la vida de los cristianos modernos, porque muchos quieren recibir inmediata respuesta de Dios.
Hay poco tiempo para orar y además lo hacen rutinariamente, lo que causa que la fe se debilite y se piense que Dios no va a responder al clamor del corazón.
Pero debes hacer como David, es decir, que debes aprender a esperar pacientemente al Señor. La espera paciente fortalece la fe, la paz interior y el carácter.
Es, pues, en esta espera paciente que podemos experimentar al Dios de toda gracia.
Tendrás la certeza de que Él si te ha escuchado pero que la respuesta llegara en el tiempo correcto.
David luego declaró que el Señor “se inclinó a él y oyó su clamor, haciéndolo salir del pozo de la desesperación y del lodo cenagoso”.
Pero, además, lo puso sobre una roca, y le afirmó sus pasos, esto lo podemos traducir como que “el Señor lo sacó del problema y le afirmó el corazón para que pudiera pensar bien, avanzar seguro porque superó la dificultad”
No te afanes, tomate un tiempo con Dios diariamente, y ¡Espera pacientemente, sabiendo que Él te escucha y que en Su amor te rescatará, lo hará en Su tiempo y te pondrá en el lugar de la bendición!
Oremos “Amado Señor, gracias por enseñarme que debo hacer un alto en mi agenda diaria para orar y luego esperar pacientemente. Creo con todo mi corazón que Tú escuchas mi clamor, así que esperare por Tu respuesta, mientras tanto te doy la honra que solo Tu mereces, lo creo y declaro en el Nombre de Jesús, Amén”
Versículo, “Pacientemente esperé al SEÑOR, y él se inclinó a mí y oyó mi clamor. Me hizo subir del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso. Puso mis pies sobre una roca y afirmó mis pasos.” Salmo 40:1-2 (RVA)
Buen Dia
Juan C Quintero
BuenDiaTodosLosDias.com