El dolor del fracaso es difícil de superar; sus secuelas pueden tardar años en borrarse.
Pero la verdad es que “el fracaso no nos descalifica para usar nuestro potencial”.
Todos los seres humanos fallamos, y por eso no somos fracasados, incluso cuando el enemigo quieres llenar la mente para tratar de definirnos con esa palabra.
Así que la pregunta que surge es ¿Qué o quién te define?; Te invito para que medites en esto.
En la Biblia encontramos muchas referencias sobre lo que nos debe definir como cristianos auténticos,
– Hemos sido maravillosamente creados (Salmo 139: 14).
– En Cristo somos una nueva creación (2 Corintios 5:17).
– Hemos sido aceptados (Romanos 8: 1).
– Perdonados (1 Juan 1: 9).
– Y en proceso de restauración, tal y como lo dice la Carta a los filipenses capitulo 1, verso 6 que dice “Estoy convencido de esto: el que comenzó tan buena obra en ustedes la irá perfeccionando hasta el día de Cristo Jesús”. (NVI)
Y hay muchos más que podemos agregar a la lista.
No permitas que el recuerdo de los malos tratos de tus padres, de un maestro de la escuela en tu infancia, de tus compañeros de estudio, es decir de lo que ha habido en tu pasado te defina.
Tampoco te definen tu estado financiero, ni tus actuales amigos; mucho menos lo que las redes sociales quieren transmitir.
Escucha bien, tu jefe no te define, ni tu cónyuge controlador(a), no te define el nivel de estudio, ni las propiedades que tengas, ni el nivel éxitos o de pérdidas.
Tu fracaso nunca es más poderoso que nuestro Dios, por lo tanto, que sea “esta verdad te la que te define”.
Dios es más que capaz de tomar lo que arruinamos, cambiarlo y hacerlo funcionar para nuestro bien y para que le demos toda la gloria a Él.
Necesitas creer todo lo que la Biblia dice que eres, porque si no lo crees, será difícil ver el milagro de la restauración.
Cuando los vientos del fracaso te hagan desviarte, aviva el fuego de tu fe y mantente firme en la verdad, porque nada de lo que hayas hecho o hagas borrará el potencial que Dios ve en ti.
Dios te define y no tus fracasos
Oremos “Señor, hoy reconozco que he permitido que mis fracasos me impidan sentir Tú amor por mí, y que puedas cambiar mi corazón, pero hoy reconozco que solo Tú me puedes definir y que tus planes para mí son los mejores. Quiero estar libre de la condenación del fracaso para poder vivir libre en Tu amor por mí, lo creo y declaro en el Nombre de Jesús, Amén”.
Versículo “Estoy convencido de esto: el que comenzó tan buena obra en ustedes la irá perfeccionando hasta el día de Cristo Jesús”. Filipenses 1:6 (NVI)
Buen Dia
Juan C Quintero
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