Cristo te ama! Esta Palabra es para ti…
Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación.
Dios es nuestro refugio y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.
El enjugará toda lágrima de sus ojos, y ya no habrá muerte, ni habrá más duelo, ni clamor, ni dolor, porque las primeras cosas han pasado.
¿Por qué te abates, oh alma mía, Y te turbas dentro de mí?
Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío.
Dichosos los que lloran, porque serán consolados.
Ante ti, Señor, están todos mis deseos; no te son un secreto mis anhelos.
Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará; No dejará para siempre caído al justo.
No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.
Mejor es la tristeza que la risa, porque cuando el rostro está triste el corazón puede estar contento.
Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.
¿Por qué te abates, oh alma mía, Y por qué te turbas dentro de mí?
Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío.