Es común que, en las escuelas de todo el mundo, en clases de biología les coloquen a los niños la tarea de sembrar una semilla en una jarra transparente para que se pueda seguir el proceso de crecimiento; recuerdo que yo lo hice en mi escuela y también que mis hijos lo hicieron en sus escuelas.
La realidad de esto es que Dios ha puesto en marcha sistemas milagrosamente sorprendentes mediante los cuales las plantas producen nuevas hojas, dan frutos y profundizan sus raíces, es casi como si las viéramos crecer cambiando día tras día.
Y así, como las plantas que están sembradas y creciendo, Dios quiere que crezcamos, produzcamos frutos y echemos raíces profundas.
Mientras leemos la Biblia, crecemos, cuando meditamos en su contenido, quedan expuestos nuestros lugares oscuros, pero también se van evidenciando nuestras virtudes, todo esto para instruirnos a cambiar para volvernos puros y santos como Dios quiere.
En el Libro de los Salmos, capitulo 119, verso 105, dice así “Tu palabra es una lámpara a mis pies; ¡es la luz que ilumina mi camino!” (RVC)
¡Que maravillosa declaración! , aquí el salmista está reconociendo que la Palabra de Dios trae luz, es decir, que es como una linterna que se enciende en medio de la oscuridad para poder ver y seguir una ruta.
Así es la Biblia, es la luz para que las vidas puedan ver lo que no pueden ver con los ojos naturales, y es el alimento que, como el agua para las plantas, se combina para producir el crecimiento.
En Juan 8:12 , Jesús dijo, “…Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida”. (RVC)
Esto significa que no podemos tener comunión con Dios si caminamos en tinieblas, porque mientras se mantenga activa la naturaleza pecaminosa y persigamos sus deseos, caminaremos en tinieblas.
Pero esto es un proceso, tal y como una planta necesita tiempo para crecer y extender sus ramas y raíces, nosotros, si permanecemos firmes en nuestra fe en Jesús, creceremos en sabiduría y en el poder y la Gracia de Dios para avanzar en contra del mal y ser más como Él y menos como nosotros.
Oremos “Amado Jesús, gracias por ser la Luz que acaba con las tinieblas del mundo. Gracias Señor por la Biblia que es luz para caminar en rectitud y para corregir nuestros errores y sacar nuestra oscuridad. Te pido que me apasiones por conocer mas de Tu Palabra y que me traigas mayor revelación a mi vida, lo pido en tu Bendito y Santo Nombre, Amén”
Versículo “En otra ocasión, Jesús dijo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida”. Juan 8:12 (RVC)
Buen dia
Juan C Quintero
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