
Estas personas han dejado de sonreír; su rostro se torna duro y sus palabras hirientes, queriendo que los demás paguen por su situación. Cuando hablan provocan un malestar en el ambiente, producto de esto. Es penoso que teniendo el conocimiento de Cristo nos dejemos arrastrar y no tomemos el control de nosotros mismos para sujetar los pensamientos de oscuridad.
Tenemos que ser sabios y saber que ninguna situación es eterna, pues solamente de esta forma lograremos vencer los dardos de nuestra mente que quieren controlar nuestros pensamientos para desenfocarnos. Es necesario que alimentemos nuestro espíritu y lo fortalezcamos con la Palabra de Dios para poder hacerle frente a lo que sea; porque oposiciones siempre estarán presentes de una manera u otra, pero lo importante es actuar en el conocimiento de la verdad para no dejar que algo nos afecte.
Pastora Montserrat Bogaert
Carlos M. Thompson R.