Una de las formas en que alabamos y adoramos a Dios, es levantando nuestras manos para honrarle a Él. En esa posición mostramos rendición hacia la persona que hacemos esa reverencia y en este caso, mostramos completa rendición ante el Dios Todopoderoso, Quien reina ayer, hoy y por los siglos de los siglos.
La Palabra de Dios dice en Éxodo 17:9-11 “Y Moisés dijo a Josué: Escógenos hombres, y sal a pelear contra Amalec. Mañana yo estaré sobre la cumbre del collado con la vara de Dios en mi mano. Y Josué hizo como Moisés le dijo, y peleó contra Amalec; y Moisés, Aarón y Hur subieron a la cumbre del collado. Y sucedió que mientras Moisés tenía en alto su mano, Israel prevalecía; y cuando dejaba caer la mano, prevalecía Amalec”. También dice en Salmos 56:9 “Entonces mis enemigos retrocederán el día en que yo te invoque. Esto sé: que Dios está a favor mío”.
RECUERDA, CUANDO TE SIENTES TRISTE, LEVANTA TUS MANOS. CUANDO TE SIENTAS SOLO, LEVANTA TUS MANOS. CUANDO ESTES FELIZ, LEVANTA TUS MANOS. EN TODO MOMENTO, LEVANTA TUS MANOS Y ADORA A DIOS. PARA ADORARLE A ÉL, ES IMPRESCINDIBLE ACEPTAR A CRISTO JESÚS COMO SEÑOR, REY Y SALVADOR Y TENER AL ESPÍRITU SANTO GUIANDO TU VIDA. ¿YA TIENES A CRISTO JESÚS CONTIGO?
Dios te bendiga,
Luis Manuel Polanco Schott