La sabiduría se alimenta de la disposición para aprender, Dios tiene todos los días “algo especial” que enseñarte, pero es necesario tener una mente “abierta” para recibirlo.
El deseo de aprender es una virtud que debe permanecer activa durante toda la vida. El que deja de aprender considera que no necesita crecer más.
Dice la Palabra de Dios en el libro de los Proverbios 18:15 lo siguiente: “Las personas inteligentes están siempre dispuestas a aprender; tienen los oídos abiertos al conocimiento”. (NTV)
La enseñanza y el aprendizaje son la esencia misma de nuestra fe. Ser un “discípulo” significa ser un “aprendiz”.
Jesús fue llamado “maestro” porque enseñaba con profunda sabiduría, por lo tanto, una de las funciones principales de los pastores en las iglesias locales es enseñar.
Dios diseñó la iglesia para que fuera una comunidad de hombres y mujeres aprendices de por vida bajo la guía de líderes que son maestros de corazón inspirados por el Espíritu Santo y fieles a la Palabra de Dios.
La fe cristiana no es un curso que tiene un comienzo y un final, sino que es un recorrido que se experimenta día tras día, con el propósito de acercarnos al conocimiento de las cosas santas y a la revelación del mensaje escrito en la Biblia para vivir acorde con la voluntad de Dios.
Cada reunión de estudio bíblico, cada grupo de oración en casas, cada servicio en el templo son una valiosísima oportunidad para avanzar en el proceso de conocer más de Dios y de crecer en la fe
Aprender más de Dios es también la oportunidad para obtener una mentalidad nueva que permita ver las oportunidades y el camino que cada cristiano debe seguir en su vida cotidiana.
Porque, claramente Dios tiene para ti una idea nueva, un proyecto nuevo, revelación y sabiduría para alcanzar las metas terrenales acorde con el propósito establecido por Dios.
Así sabrás como ser un verdadero empresario de Reino, uno que aprende de Dios para expandir el evangelio; o sabrás como trabajar mejor en esa empresa para ser más productivo.
Si te dispones para aprender más de Dios, recibirás la revelación de como ser mejores padres, cónyuges, hijos, hermanos y amigos, porque todo, absolutamente todo lo tenemos y lo aprendemos del Señor.
Oremos: “Amado Señor, quiero ser verdaderamente un discípulo tuyo, uno que aprende de ti todos los días. Reconozco que necesito más de ti, de tu revelación y sabiduría, creo que eres mi fuente para todas las cosas que necesito saber, por lo tanto, hoy abro mi mente y mi corazón para lo nuevo que tienes para enseñarme, lo creo y declaro en el Nombre de Jesús, Amén”
Versículo: “Las personas inteligentes están siempre dispuestas a aprender; tienen los oídos abiertos al conocimiento”. Proverbios 18:15 (NTV)
Buen Dia
Juan C Quintero
Buendiatodoslosdias.com