La Bondad del Amor
El amor… es benigno.
1 Corintios 13:4.
Cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador,
y su amor para con los hombres, nos salvó,
no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho,
sino por su misericordia.
Tito 3:4-5.
Si la paciencia soporta todo, la bondad está dispuesta a dar mucho, aun a sus enemigos. Soportar es vencer el mal; estar lleno de bondad es hacer el bien. No es sólo un sentimiento de generosidad, sino la generosidad en acción. No es sencillamente desear el bien de los demás, sino hacer todo lo necesario para su bien. Para nosotros los cristianos, esto incluye el hecho de dar testimonio de nuestra fe en Cristo y ayudar a los que nos rodean a tener una relación con él.
Cuando Jesús mandó a sus discípulos –y a nosotros también– que amasen a sus enemigos, no sólo quería decirles que debían tener buenos sentimientos hacia ellos, sino que debían obrar con bondad hacia ellos. “Al que quiera ponerte a pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa; y a cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, vé con él dos” (Mateo 5:40-41). Debemos imitar la bondad de nuestro Dios Salvador.
La primera demostración de la bondad cristiana, como todas las demás facetas del amor, se hace en el hogar. Los esposos cristianos se amarán mutuamente y amarán asimismo a sus hijos. Éstos responderán a esta bondad, y toda la familia estará impregnada de ella. Cada uno estará dispuesto a ayudar al otro, al punto de dejar de lado sus intereses si fuera necesario, ¡Siguiendo así el ejemplo su Señor! [continuará…]