¿Cuál es el fin del trabajo?; ¿para que trabajamos?, estas son preguntas muy interesantes e importantes. Algunos pueden decir, que trabajan porque no tienen otra opción.
Pero ¿para que Dios nos creó con la capacidad de trabajar?; en la Biblia encontramos muchas respuestas a estas preguntas, pero especialmente quiero referirme a algunas de las respuestas que da Salomón, el hombre más sabio que ha existido.
Por ejemplo, en Eclesiastés 10:18, dice “Por la pereza se cae la techumbre, y por la flojedad de las manos se llueve la casa”. (RVR60); esta es una invitación a ser diligentes, porque de otra forma la economía del hogar caerá como un techo podrido que gotea y habrá perdidas y problemas en su familia.
Es decir, el primer propósito del trabajo es para que sea la fuente de sostén para la familia, es la manera en la que Dios nos provee para sostener el hogar.
Un segundo propósito lo encontramos en Eclesiastés capítulo 5 versos 1 en adelante, en los cuales Salomón enseña que las ofrendas a Dios hay que cumplirlas, y agrega en el verso 4 lo siguiente “Cuando a Dios haces promesa, no tardes en cumplirla; porque él no se complace en los insensatos. Cumple lo que prometes”. (RVR60)
Los cristianos sabemos que toda riqueza que podemos alcanzar proviene de Dios y que por lo tanto es imperativa la obediencia al Señor, cumpliendo con la promesa de fidelidad con diezmos y ofrendas, porque Él se complace en los sensatos y los fieles.
Un tercer propósito tiene que ver con la honra a los jefes, a los gobernantes y/o a los clientes, lo encontramos en Eclesiastés 10:20 dice “No maldigas al rey ni con el pensamiento, ni en privado maldigas al rico, pues las aves del cielo pueden correr la voz. Tienen alas y pueden divulgarlo”. (NVI); hablar mal de los jefes y de los gobernantes no produce ningún beneficio, por el contrario, es un arma de doble filo, el trabajo en excelencia y la honra te pondrán en lugares de privilegio.
Cuarto, disfrutar de lo conseguido, está en Eclesiastés 5:18, que dice, “He aquí, pues, el bien que yo he visto: que lo bueno es comer y beber, y gozar uno del bien de todo su trabajo con que se fatiga debajo del sol, todos los días de su vida que Dios le ha dado; porque esta es su parte”. (RVR60). Tenemos el derecho de disfrutar del fruto de todo trabajo honesto que hagamos.
Dios nos invita para que la vida tenga variedad y no sea todo trabajar y trabajar para acumular, sino que debemos sacar tiempo para el descanso y el disfrute.
Quinto, hay una referencia al trabajo en excelencia, en Eclesiastés 4:4 que dice “He visto asimismo que todo trabajo y toda excelencia de obras despierta la envidia del hombre contra su prójimo”. Es claro, cuando alguien hace bien lo que tiene que hacer y camina la milla extra los demás lo van a envidiar, pero siendo excelentes serás prosperado.
Demos gracias a Dios por el trabajo y las fuentes de provisión, disfruta de lo que Dios te ha dado, provee para tu familia, se fiel con Dios y lo que hagas hazlo en excelencia.
Oremos “Señor, gracias te doy por el trabajo, gracias por mostrarme propósitos para levantarme cada día y ser excelente en lo que tengo que hacer. Señor hablare bien de los jefes y de los clientes, daré gracias por el descanso y el disfrute que tengo con la provisión que me das, y una vez mas me comprometo a ser fiel en mi promesa de diezmar y ofrendar. Lo oro en el precioso nombre de Jesús, Amen”
Versículo “He aquí, pues, el bien que yo he visto: que lo bueno es comer y beber, y gozar uno del bien de todo su trabajo con que se fatiga debajo del sol, todos los días de su vida que Dios le ha dado; porque esta es su parte”. Eclesiastés 5:18 (RVR60).
Buen Dia
Juan C Quintero
BuenDiaTodosLosDias.com