Dios habló en voz alta al pequeño Samuel. Aunque este incidente ocurrió hace miles de años, su respuesta nos enseña hoy importantes lecciones. El niño se consideró un siervo de Dios y reveló un corazón comprometido con la obediencia. Quizás fuera la razón de que el Señor escogiera hablar a este jovencito.
Aunque el llamado de Dios es diferente a los tiempos del Antiguo Testamento, él sigue hablando a los corazones que anhelan escuchar. El Señor habla de forma ponderosa a través de su Palabra, la Biblia.
La Bilbia dice: Entonces el Señor se le acercó y lo llamó de nuevo: ¡Samuel, Samuel! Habla, que tu siervo escucha, respondió Samuel. 1 Samuel 3:10
Por: Susie Perez