La Creación – Historia Biblica para Niños
Había una vez un hermoso jardín, lleno de árboles, flores y animales de todo tipo. En el centro del jardín estaba la creación más especial de todas: el hombre y la mujer.
Dios había creado el jardín para que el hombre y la mujer pudieran vivir allí felices, disfrutando de todo lo que Dios había hecho. Les había dado todo lo que necesitaban para vivir: alimento, agua, aire fresco y amor.
El primer día, Dios creó la luz. Dijo “Que haya luz” y así fue. El segundo día creó el cielo y separó las aguas. El tercer día creó la tierra, el mar y la vegetación. El cuarto día creó el sol, la luna y las estrellas. El quinto día creó los peces del mar y las aves del aire. El sexto día creó los animales terrestres y finalmente creó al hombre y la mujer.
El hombre y la mujer eran diferentes de todos los demás seres vivos, porque fueron creados a imagen y semejanza de Dios. Dios les dio la tarea de cuidar el jardín y de ser buenos administradores de todo lo que había allí.
Un día, el hombre y la mujer desobedecieron a Dios y comieron del fruto prohibido. Esto hizo que fueran expulsados del jardín y perdieran la comunión con Dios. Sin embargo, Dios no los abandonó, sino que les dio una promesa: enviaría a su Hijo para salvarlos y restaurar la relación que habían perdido.
Y así, Dios creó el mundo y a todas las criaturas, incluyendo al hombre y la mujer. A pesar de la desobediencia del hombre, Dios todavía los amaba y tenía un plan para salvarlos.