Estamos en una época extraña de la vida donde las cosas en el mundo se han vuelto inciertas.
Las noticias muestran el caos y el desorden humano, lo que produce temor a sufrir en medio de las situaciones cotidianas a nuestro alrededor.
Así entonces podemos percibir que hay un anhelo profundo por encontrar paz.
Pero lo que todos deben saber es que la única forma en que podemos encontrarla es por medio de Dios.
En la primera carta a los corintios, capítulo1, verso 3, dice así, “Que la gracia y la paz de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo sean con ustedes”. (RVC)
Dios se deleita en darnos su gracia y paz.
La gracia es el anuncio de que Dios no se acuerda más de nuestros pecados. La paz es la declaración de que “ahora no hay condenación para los que están en Cristo Jesús” como lo establece Romanos 8:1.
La gracia de Dios se basa enteramente en quién es Él y quiénes somos nosotros en Él.
Dios nos da gracia porque Él quiere.
Por gracia, somos adoptados en Su familia, nuestras deudas son pagadas y nuestros pecados son perdonados. De esta manera nos permite recibir el Fruto del Espíritu Santo que trae la paz interior que necesitamos.
Así que, si necesitas tener paz en medio de un mundo lleno de dificultades, esta tiene un nombre, se llama Jesús de Nazaret, recíbelo a Él puesto que es el mejor y más importante regalo que la humanidad haya podido recibir, de esta manera como lo dijo Pablo, “que la Paz y la Gracia de nuestro padre y del Señor Jesucristo sea con ustedes”.
Oremos “Amado Señor, gracias por amarnos tanto, por darnos regalos que no merecemos, recibimos de Tu Gracia y de Tu paz para que podamos avanzar en medio del caos que pueda estar reinando en nuestras vidas, lo creemos en el Nombre de Jesús. amén”.
Versículo, “Que la gracia y la paz de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo sean con ustedes”. 1 Corintios 1:3 (RVC)