Cuando la vida se torna repetitiva, es decir, cada día haciendo las mismas cosas por días, meses y años, aparece el cansancio por la rutina.
Una señal de que has caído en el cansancio es que empiezas a sentir un vacío en lo que haces, no hay gozo en tu corazón y se ha perdido la pasión por avanzar y crecer; otro síntoma puede presentarse cuando no se ven los resultados en lo que haces y por lo tanto hay desánimo.
En la Biblia se relata de momentos en los que el pueblo Hebreo cayo en el desánimo por la rutina, llevaban años en el desierto bajo la guía de Moisés y comenzaron a quejarse, incluso se alejaron de Dios, en el Libro de Números, capítulo 14, verso 2, dijeron, “En sus murmuraciones contra Moisés y Aarón, la comunidad decía: «¡Cómo quisiéramos haber muerto en Egipto! ¡Más nos valdría morir en este desierto!” (NVI)
Ellos estaban cansados, agotados de estar en el desierto y cambiaron su pensamiento, pasaron de tener fe, y de creer en el Señor y en Su plan para ellos, por lo tanto, decidieron quejarse y murmurar.
Pero Moisés y Aaron no se rindieron, no se unieron a ellos, sino que clamaron al Señor para que el pueblo recibiera misericordia y que su pecado fuera perdonado, lo podemos leer en Números, capitulo 14, versos 19 y 20, en los que se relata el dialogo entre Moisés y el Señor, que dice así, “Por tu gran amor, te suplico que perdones la maldad de este pueblo, tal como lo has venido perdonando desde que salió de Egipto». El Señor le respondió: Me pides que los perdone, y los perdono”.
Es fácil cansarse, especialmente cuando la vida se torna rutinaria. El pueblo Hebreo se cansó y empezó a murmurar y a quejarse, pero con esto no consiguieron nada bueno.
Por el contrario, hay que orar por fortaleza, para que Dios traiga un renuevo al corazón y a la mente, que puedas cambiar tus rutinas y evitar el cansancio; pero que también tengas claro que nuestros tiempos no son los de Dios que El es soberano y en Su tiempo obrara para bendición, solo no te rindas, ni te canses de creer por la respuesta sobrenatural de Dios.
Por eso, cuando aparezcan pensamientos de, “esto nunca va a cambiar”, “no veo la respuesta de Dios”, “me rindo, no tengo fuerzas”, o algo parecido, entonces cámbialos por la certeza de las promesas dadas en la Palabra de Dios, por ejemplo, di “No me rindo porque la Palabra de Dios dice que yo todo lo puedo en Cristo que me fortalece”. No dejes que la rutina y el cansancio te alejen del Señor
Oremos, “Amado Señor, gracias por animarme cuando las fuerzas y la motivación se debilitan. Creo que Tu poder en infinito, que nadie es como Tu, y que me amas como nadie más me puede amar en esta tierra. Te pido que me ayudes a superar el cansancio para no caer en desanimo y murmuración, levántame con tu poder. Creo que me has dado todo lo que necesito para vivir en victoria, lo creo y declaro en el Nombre de Jesús, Amén”.
Versículo “Por tu gran amor, te suplico que perdones la maldad de este pueblo, tal como lo has venido perdonando desde que salió de Egipto». El Señor le respondió: Me pides que los perdone, y los perdono”. Números 14:19-20 (NVI)
Buen Dia
Juan C Quintero
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