Cuan grandioso es saber que cada mañana al abrir
mis ojos, Oh Dios tu estas ahí a mi lado, que no me has dejado,
no importa las circunstancias, estas ahí no te has mudado,
estas ahí dispuestos a escucharme, a brindarme tu amor y calor.
Yo me acosté y dormí, y desperté,
porque Jehová me sustentaba.