A lo largo de la vida enfrentamos momentos en los que pareciera que nada está nuevo ocurriendo, que no se avanza, e incluso que nos podamos sentir solos en medio de la multitud.
Son temporadas en las que la fe se debilita y en los que nos hacemos muchas preguntas. Quizás hasta el punto de dudar de si Dios realmente está escuchando nuestras oraciones.
Este estado normalmente aparece cuando las cosas no marchan bien en alguna área de nuestra vida; un matrimonio que pareciera que no se va a resolver, una situación difícil con los hijos, una crisis laboral; endeudamiento excesivo; o tal vez un ministerio que pareciera estar estancado a pesar de todo el esfuerzo y empeño que se le ha puesto para sacarlo adelante, etc.
Así pues, surge la pregunta, ¿Qué hacer en esos momentos y temporadas difíciles de la vida?
En la Biblia, David quien pasó por múltiples momentos de dificultades y retos personales, nos ha dejado una declaración muy poderosa, que está contenida en el libro de los Salmos, capítulo 27, verso 14, que declara, “¡Espera en el Señor!; ¡Infunde a tu corazón ánimo y aliento!;¡Sí, espera en el Señor!” (RVC)
La respuesta a la pregunta que nos hicimos anteriormente está respondida… necesitamos ¡Esperar en el Señor!, y la manera en la que lo hacemos es infundiéndole a nuestro corazón ánimo y aliento.
Esta es la fórmula para vencer el estrés, el desánimo y la depresión. Es la forma en la que, con una actitud positiva, aunque todo se vea negativo, podemos mantener o revitalizar nuestra fe para confiar en que Dios sigue obrando en nosotros.
También significa que tenemos que ser fuertes y valientes para vivir, amar y servir de la manera en que Jesús lo hizo porque que nos la dejó como ejemplo para imitar.
¡No te rindas! y como lo dice el Salmo por segunda vez te lo digo a ti: ¡Sí; espera en el Señor!
Oremos “Amado Padre celestial, hoy reconozco que las dudas y las inquietudes con las situaciones de la vida me han hecho dudar de Ti, de Tu poder e incluso de Tu presencia en mi vida. Me arrepiento de esto y declaro en fe, que no me voy a rendir, que seguiré confiando en ti, aunque las cosas pareciera que no vayan a mejorar. Recobro mi animo y mi aliento para seguir adelante confiando en ti, lo creo y lo declaro en el Nombre de Jesús, Amén”
Versículo “¡Espera en el Señor!; ¡Infunde a tu corazón ánimo y aliento!;¡Sí, espera en el Señor!” Salmo 27:14 (RVC)
Buen Dia
Juan C Quintero
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