Para que una orquesta pueda tocar una melodía necesitan todos que estar tocando en unidad, alineados en las notas y con los instrumentos afinados.
Estar preparados para recibir de Dios y tener el corazón aquietado es necesario para recibir la revelación y la guía de Dios.
En el primer libro de Reyes, capítulo 19, Dios le dice al profeta Elías que vaya y se pare en una montaña por donde Él pasará. Se relata que hubo un viento recio, pero allí no estaba el Señor, luego un terremoto, pero tampoco allí estaba el Señor. Apareció fuego, pero Dios no estaba en el fuego; finalmente llego una suave brisa y allí si estaba Dios.
Esto nos sirve de ejemplo para entender que la mejor manera de tener un encuentro con el Señor es aquietando el corazón y afinando nuestro oído.
Porque no puedes hacer las cosas que Dios ha planeado para ti si tu corazón está desenfrenado, angustiado y fuera de sintonía para escuchar la voz del Señor.
No importa cuán cuidadosamente estés tratando de agradar y de servir a Dios, si tu corazón está alejado de la fuente, si la oración que brota es fruto del temor, o del odio, no será fructífera; y todo será en vano.
Todos los días debes aquietar tu corazón para tener un encuentro con el Señor.
Que tu anhelo sea descubrir el plan que Él tiene para ti en este y todos los días.
Que el ruido y los afanes de nuestra ajetreada sociedad no te impidan tener un tiempo de intimidad con tu Padre Celestial.
Allí en 1 Reyes capítulo 19, versos 13 al 14 empieza el dialogo entre Dios y Elías, el Señor le pregunta “¿Qué haces aquí Elías?”, a lo que el profeta le responde algo muy profundo, le dice “me consume mi amor por ti, Señor Dios Todopoderoso”(NVI)
Luego Elías le comenta el motivo de su tristeza. Esta sinceridad, la obediencia y este amor le permitieron al profeta recibir la instrucción de Dios.
Anhela tener una vida así, que comience todos los días escuchando la voz de Dios y moviendo tu corazón para estar en sintonía con Él y que como la mejor orquesta, puedas estar en sintonía con Él; pídele en oración que te ayude a hacer un alto y a escuchar en la suave brisa Su voz.
Oremos “Señor gracias por mostrarme que debo hacer un alto en mi ajetreada vida para escucharte en el silencio. Moldéame para que pueda siempre escuchar tu voz y actuar en obediencia; que cuando la gente escuche mis palabras y vea mis acciones piense en Ti. Gracias por ser paciente conmigo y amarme, esto lo creo y declaro en el Nombre de Jesús, Amén”.
Versículo “Cuando Elías lo oyó, se cubrió el rostro con el manto y, saliendo, se puso a la entrada de la cueva. Entonces oyó una voz que le dijo: —¿Qué haces aquí, Elías?, Él respondió: —Me consume mi amor por ti, Señor Dios Todopoderoso…” 1 Reyes 19:13-14 (NVI)
Buen Dia
Juan C Quintero
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Amén