Desde el extremo de la tierra clamaré a ti cuando mi corazón desmaye. Llévame a la roca que es más alta que yo.
Salmos:61:2
Gracias Padre, por Cristo Jesús quien es la roca inconmobible, en quien tenemos puesta nuestra fe. No permitas que nuestra mirada se aparte de Él. En el el nombre de Jesús. Amen.