Varios países de los más poderosos económicamente han puesto desde muchos años atrás satélites en la órbita cercana a la tierra. Estos satélites tienen diferentes propósitos. Unos son para fines de telecomunicación, otros para fines bélicos y algunos para diversos fines. Si la señal que transmita el satélite es correcta y buena, entonces su fin es cumplido.
La Palabra de Dios dice en Salmos 85:1-13 “Oh Señor, Tú mostraste favor a tu tierra, cambiaste la cautividad de Jacob. Perdonaste la iniquidad de tu pueblo, cubriste todo su pecado. Retiraste toda tu furia, te apartaste del ardor de tu ira. Restáuranos, oh Dios de nuestra salvación, haz cesar tu indignación contra nosotros. ¿Estarás airado con nosotros para siempre? ¿Prolongarás tu ira de generación en generación? ¿No volverás a darnos vida para que tu pueblo se regocije en ti? Muéstranos, oh Señor, tu misericordia, y danos tu salvación. Escucharé lo que dirá Dios el Señor, porque hablará paz a su pueblo, a sus santos; pero que no vuelvan ellos a la insensatez. Ciertamente cercana está su salvación para los que le temen, para que more su gloria en nuestra tierra. La misericordia y la verdad se han encontrado, la justicia y la paz se han besado. La verdad brota de la tierra, y la justicia mira desde los cielos. Ciertamente el Señor dará lo que es bueno, y nuestra tierra dará su fruto. La justicia irá delante de Él, y pondrá por camino sus pasos”. También dice en Salmos 106:1-5 “¡Aleluya! Dad gracias al Señor, porque es bueno; porque para siempre es su misericordia. ¿Quién puede relatar los poderosos hechos del Señor, o expresar toda su alabanza? Bienaventurados los que guardan el juicio, los que practican la justicia en todo tiempo. Acuérdate de mí, oh Señor, en tu bondad hacia tu pueblo; visítame con tu salvación, para que yo vea la prosperidad de tus escogidos, para que me regocije en la alegría de tu nación, para que me gloríe con tu heredad”.
RECUERDA, ASÍ COMO EL SATÉLITE SE PROGRAMA PARA CUMPLIR UNA MISIÓN Y ENVÍA LA SEÑAL NECESARIA, NOSOTROS DEBEMOS DE COLOCARNOS A LA DISTANCIA JUSTA PARA RECIBIR LA SEÑAL DE DIOS. LA SEÑAL DE DIOS SE RECIBE ACEPTANDO A CRISTO JESÚS COMO SEÑOR, REY Y SALVADOR DE NUESTRAS VIDAS Y CON ELLO, TENIENDO UNA RELACIÓN PERSONAL CON ÉL. ¿YA LO TIENES CONTIGO?
Dios te bendiga,
Luis Manuel Polanco Schott