Amado Dios te doy gracias porque tu aliento de vida permanece en mi, y sopla cada día dándome las fuerzas, y el valor para seguir luchando para alcanzar todos mis objetivos y metas que tengo trazad@. “Sin ti nada podría hacer”.
Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, sopló en su nariz aliento de vida y fue el hombre un ser viviente.
Génesis 2:7