Para que podamos tener una familia fortalecida y
estable en Dios. Debemos ser diligentes y en todas
las áreas, andar “como sabios”, “no como necios”.
El necio se deja llevar por lo que ‘quiere’ y ‘le gusta’,
cediendo a la tentación, codicia, placeres de este mundo,
no valorando lo que Dios le ha dado. Mas el sabio sigue
los principios, normas y voluntad de Dios, cuidando, amando,
respetando a su familia en todo momento y circunstancia.
Mirad, pues con diligencia como andéis, no como
necios sino como sabios…Por tanto, no seáis insensatos,
sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor.
Efesios 5:15,17