Cuando creemos que no tenemos fuerzas,
que ya nada tiene remedio; en eso preciso
momentos es que debemos mirar
al dador de la vida; Jesus el Hijo de Dios.
que ya nada tiene remedio; en eso preciso
momentos es que debemos mirar
al dador de la vida; Jesus el Hijo de Dios.
Olvidando ciertamente lo que queda atrás,
y extendiéndome a lo que está delante,
prosigo a la meta, al premio del supremo
llamamiento de Dios en Cristo Jesús.
Filipenses 3:13b-14