Cuando enfrentamos diferentes situaciones, debemos
recordar que Dios es soberano, tanto sobre las
bendiciones como sobre las dificultades que
se presentan en nuestro camino.
Amado Dios gracias porque utilizas
todas las circunstancias de mi vida, para,
desarrollar mi carácter y sé que estoy
en buenas manos.
Estando persuadidos de esto que el que comenzó
en vosotros la buena obra; la perfeccionará
hasta el día de Jesucristo.
Filipenses 1:6