El fracaso de las familias en estos últimos tiempo se
debe a dos razones principales: No se someten a los
principios bíblicos del amor, la paciencia y la piedad,
y carecen de un plan familiar para el tiempo y la sociedad,
creando espacio para compartir y vivir en unidad.
Amado Jesus ayúdanos a tener hogares
transformado con tu amor y donde
tu sea el Rey y Señor.
Si Jehová no edificare la casa, en vano trabajan
los que la edifican; si Jehová no guardare la ciudad,
en vano vela la guardia.
Salmo 127:1