Dios nos manda que tengamos compasión, que tratemos
de entender y compartir el dolor de los demás. La compasión
dice: Entiendo lo que te está pasando, y lo que sientes no
es raro ni una locura, solo deposítate en la mano del
Maestro y él te guiará al puerto seguro.
Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados,
de entrañable misericordia, de bondad, de humildad,
de mansedumbre, de paciencia.
Col: 3:12