Amado Dios ayúdame a imitar la fe de Abraham, cuando recibió
tu llamado, salió sin saber a dónde iba, obedeciendo por fe.
Teniendo a su único Isaac cuando tenía cien años,
no dudo en sacrificarlo aunque la prueba de sacrificarlo
era extremadamente dura, el mantuvo su fe y convicción
en el Dios proveedor. El secreto de una vida victoriosa
es tener una fe sólida y firme en el Dios que
siempre cumple sus promesas.
Por la fe Abraham, cuando fue probado, ofreció a Isaac;
y el que había recibido las promesas ofrecía su unigénito,
habiéndosele dicho: En Isaac te será llamada descendencia;
pensando que Dios es poderoso para levantar
aun de entre los muertos.
Hebreos 11:17-19