Sí hago daño a la gente dame la fuerza de la
disculpa. Y sí la gente me hace daño,
dame la fuerza del perdón. Ya que
el lenguaje del amor es el perdón.
Eso nos enseñó Cristo.
Y cuando estéis orando, perdonad, si
tenéis algo contra alguno, para que también
vuestro Padre que está en los cielos os
perdone a vosotros vuestras ofensas.
Marcos 11:25